03/11/2025
Debido al cruel invierno de este año dejamos a Daleconecho con su madre Daleelaty para beneficiar del calor corporal y contribución de leche maternal en una época de pocos nutrientes. La crianza en gran parte fue hecho a potrero con excepción de días lluviosos en presencia de temperaturas cerca de congelación, o incluso días de nieve acuosa que tiende a congelarse en el cuerpo. En esos días entraron a su pesebrera de tres lados sólidos que los guarecía de la precipitación y vientos, pero que aún estaban expuesto a las temperaturas invernales.
A diferencia de otros inviernos cuando teníamos pasto acumulado del otoño en dormancia invernal pero con materia seca que se podía aprovechar, este invierno tuvimos tantos días con los potreros tapados en nieve que gran parte de su forraje vino de fardos redondos de festuca. Para complementar esta baja calidad de forraje, le suplementamos a “Echo” con un concentrado especial para su etapa de desarrollo mientras su madre comia otro concentrado en un comedero propio en la pesebrera, o afuera en el suelo del potrero. Optamos de darle este concentrado especializado a “Echo” en un balde sostenido para ella, para a su vez establecer una relación de confianza a temprana edad.
Si bien Daleconecho se ve en bastante buen peso, no así su madre que sufrió las consecuencias de manutención en invierno mientras lactaba. No es tradicional mantener las madres con potrillos pasado los 6 meses, pero esto es algo que puse en práctica con Caballos Chilenos en Lebu hasta los 10 meses cuando los potrillos ya empezaban a entrar en pubertad. El resultado fue un buen desarrollo sin suplementacion energética y un destete sin decaída en la taza de crecimiento debido a un establecido grado de independencia. En Chile fue más favorable porque los pastos nunca se marchitaban del todo en la costa de Chile central. Kentucky tiene años así también, pero este no fue uno, ya que tuvimos múltiples nevadas y largos periodos de temperaturas que no pasaba de 0 centígrado.
El resultado hubiera sido mejor si hubieramos suplementado mas a la yegua parida durante este invierno más intensos. Reconozco ese fallo en mis decisiones este año, pero de suerte sí cumplimos con los requisitos de la potranca en desarrollo y esta foto da testimonio a eso.