25/04/2025
Los coris son muy dulces y nos enternecen cuando pitan al vernos. Estos animalitos parecen la compañía perfecta para nosotros y nuestros niños. Pero seguramente algunas veces te has preguntado: ¿los coris muerden?
Debemos respetar a nuestros amigos y tratarlos con respeto y cariño. De esta forma, es muy raro que nos quieran morder a propósito.
Los coris naturalmente tienden a huir y se asustan con facilidad, pero rara vez buscan la confrontación. A veces, cuando se asustan, puede pasar que muerdan como último recurso de defensa.
¿Los coris muerden a las personas?
Los coris son animales dóciles, no agresivos y simplemente adorables. Con entusiasmo y atención saludan a sus humanos con su típico silbido. Reconocen a sus dueños y los quieren. En situaciones de estrés los coris lamen las manos de sus dueños para tranquilizarse. Con todo ello queremos decir que los coris son animales muy pacíficos y que no tienden a morder o a arañar a sus dueños, siempre y cuando se las trate con cariño y respeto.
Sin embargo, cada cori tiene su propio carácter y algunos pueden morder si se sienten incómodos, por ejemplo cuando las cogen mal o a la hora de cortarles las uñas.
¿Por qué los coris muerden?
Si tu cori te ha mordido, puede deberse a estos motivos:
★ Porque todavía no se ha acostumbrado a su nuevo hogar: un cori joven que acaba de llegar a casa, generalmente no está acostumbrado a un cambio drástico y se inquieta con cada movimiento y ruido. Cuando intentamos sacarlo o levantarlo es más probable que nos muerda porque todavía no está acostumbrado a nosotros. Después de un tiempo, perderá el miedo y pasará a convertirse en tu mejor amigo.
★ Porque se ha asustado: aunque ya sean amigos, es posible que algunas veces el cori se asuste. Como defensa natural e instintivo es normal que pellizque tu mano.
Porque lo ha aprendido: otra razón por la que un cori se vuelve mordedor es porque poco a poco ha aprendido que vale la pena hacerlo. Si se maneja de manera inapropiada, nuestro amigo puede empezar a mordernos. El animal debe sentirse seguro con nosotros, sobre todo cuando lo tenemos en la mano. Hay que tratar al animal con respeto, pero con firmeza. Si nota que eres demasiado tímido a la hora de cogerlo, se sentirá inseguro y empecerá a pellizcar tu mano para mantenerla alejada o para conseguir escaparse.
Porque está enferma: el dolor es otra de las causas más comunes por las que los coris muerden. Si por ejemplo ha contraído una enfermedad de la piel, se vuelve sensible al tacto, e incluso después de curarse es posible que siga distante porque asocia el dolor con que la saquen y la acaricien.
Codicia por las golosinas: a veces los coris muerden a sus humanos porque sus manos huelen a comida. Si acabas de pelar un pepino o una zanahoria, podría pasar que te muerda para probar qué tal sabes. Pero realmente no es su culpa, ¿verdad? Los coris son miopes y se dejan engañar por su olfato.