
10/06/2025
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🧬 – “El tipo de vacuna condiciona el tipo de inmunidad”
En medicina veterinaria, no todas las vacunas son iguales… ni deberían aplicarse igual.
Cada tipo de vacuna interactúa con el sistema inmunológico de forma distinta: no solo cambia la intensidad de la respuesta, sino el tipo de inmunidad inducida (celular vs humoral), la duración de la protección, la memoria inmunológica generada y la capacidad de respuesta en animales inmunocomprometidos.
🔸 Las vacunas vivas atenuadas estimulan poderosamente tanto la inmunidad humoral como la celular, gracias a su capacidad de replicación intracelular. Activan linfocitos T CD8+, CD4+ y células B, generando una memoria más duradera. Sin embargo, esa misma replicación puede representar un riesgo en animales con inmunosupresión (por enfermedad, edad o tratamientos).
🔸 Las vacunas inactivadas, al no replicarse, dependen de adyuvantes para inducir una buena respuesta. Activan principalmente células presentadoras de antígenos y la vía de linfocitos B (respuesta humoral), pero su capacidad de estimular linfocitos T citotóxicos es limitada. De ahí la necesidad de múltiples dosis o refuerzos.
🔸 Las vacunas recombinantes (como las vectorizadas o subvirales) buscan imitar la respuesta de las vacunas vivas sin el riesgo replicativo. Algunas logran ingresar al MHC-I y activar linfocitos T CD8+, otras solo el MHC-II. Su diseño molecular permite controlar mejor la inmunogenicidad y minimizar efectos adversos.
🔸 Las vacunas de subunidades y toxoides inducen inmunidad humoral casi exclusivamente. Son útiles cuando se requiere un perfil de seguridad alto, pero su protección depende más del uso de adyuvantes y del número de refuerzos. No activan inmunidad celular eficaz sin tecnologías adicionales.
🔸 Las vacunas de ácidos nucleicos (ADN o ARNm) están diseñadas para que las células del huésped produzcan el antígeno internamente, simulando una infección. Esto las convierte en herramientas con alto potencial para inducir inmunidad humoral y celular, sin necesidad de usar microorganismos vivos. Aunque aún en fase experimental en veterinaria, representan una vía estratégica en el futuro.
📌 Conclusión: la decisión vacunal no es solo “qué vacuna aplicar”, sino cuál mecanismo inmunológico necesito estimular según el contexto clínico del paciente. Esto es especialmente relevante en pacientes geriátricos, inmunosuprimidos o con patologías concurrentes.