
19/07/2024
Meditar y m***ar
Hay un símil interesante que se relaciona con la meditación y el aprender a m***ar a caballo; cuando uno empieza meditar, puede pensar que el cuerpo es como un caballo salvaje al que hay que domar y la mente el jinete que llevan las riendas.
Lo mismo sucede la meditación. Lo primero que reacciona es nuestro cuerpo y no se adapta tan fácilmente a mantener una postura por cierto lapso de tiempo y a permanecer en silencio. Adoptar una postura que el principio puede parecernos incómoda, y en ocasiones dolorosas, no es confortable; también si nos relajamos como cuando vamos a descansar, podemos caer en un soporte parecido al sueño o en algunos casos la inquietud del cuerpo se manifiesta con comezón y sobresalto, lo que ocasiona, distracción y pérdida de la postura correcta.
Alberto Atala, El libro de la Paciencia, Ed Casa Tíbet México, CDMX 2019.