17/08/2025
🔎 Mitos y realidades de la dieta BARF
1. “La carne cruda trae muchas bacterias y enferma a los perros”
Por qué es un mito: El estómago de los perros es muy ácido y su intestino es corto, lo que les permite eliminar bacterias como Salmonella o E. coli mucho mejor que los humanos.
Beneficio real: Si la carne está fresca, congelada antes y se maneja con higiene, no representa un riesgo. Al contrario, ayuda a fortalecer su flora intestinal.
2. “Los huesos crudos son peligrosos porque se astillan”
Por qué es un mito: Los huesos cocidos sí se quiebran en astillas y son peligrosos, pero los huesos crudos carnosos y blandos (como alas de pollo, cuello de pavo o costillitas carnosas) son seguros y fáciles de digerir.
Beneficio real: Aportan calcio, fósforo, colágeno y, además, ayudan a mantener los dientes limpios, reduciendo sarro y mal aliento.
3. “La dieta BARF no está balanceada y le faltan nutrientes”
Por qué es un mito: Cuando se arma bien (con carne, huesos y vísceras + verduras, frutas y suplementos según el caso), el perro recibe proteínas de alta calidad, grasas sanas, vitaminas y minerales naturales.
Beneficio real: Se obtiene una alimentación completa y más fácil de aprovechar por el cuerpo, lo que mejora la piel, el pelo, la energía y la masa muscular.
4. “Si un perro come carne cruda se va a volver agresivo”
Por qué es un mito: No existe evidencia científica que relacione la carne cruda con la agresividad. El carácter de un perro depende de su genética, socialización y entrenamiento, no de su comida.
Beneficio real: Una mejor alimentación ayuda al bienestar general, y eso muchas veces hace que el perro esté más tranquilo y equilibrado.
5. “Es más seguro darle croquetas porque ya vienen balanceadas”
Por qué es un mito: Muchas croquetas contienen subproductos, harinas, exceso de carbohidratos y conservadores. Aunque cumplen lo “mínimo” de nutrientes, no siempre son de buena calidad ni fáciles de absorber.
Beneficio real: La dieta BARF usa ingredientes frescos y naturales, con nutrientes vivos y sin procesar, lo que mejora la digestión, da más energía y ayuda a prevenir obesidad, alergias y problemas metabólicos.
👉 En pocas palabras: la dieta BARF bien hecha es segura, natural y mucho más cercana a lo que un perro necesita realmente.