27/08/2025
Hola, mi nombre me lo reservare, pero me dedico a cambiarle el look a los perritos, en una muy conocida estética canina, que queda muy cerca del panteón municipal de la 42.
Tengo ya como 8 años trabajando ahí, y todo había trascurrido "casi" sin problemas, hasta que un mal día, a una compañera y a mí, nos tocó desenredar y lavar a un poodle blanco muy bonito, pero con serios problemas de personalidad, la dueña nos advirtió que tuviéramos cuidado, que nos podía morder, y también que lo vigiláramos bien por qué por alguna extraña razón, a este no le gustaba estar encerrado dentro de 4 paredes, y siempre buscaba la forma de salir de donde sea.
Así que sobre la advertencia, tomamos cartas en el asunto, y buscamos colocarle el bozal, nos sentíamos más seguros así, pero cometimos un gran error, horror, como le quieran llamar, ¡Nos descuidamos con unos clientes que llegaron! Y en algún momento que alguien abrió la puerta, y el poodle sé salió con dirección a la calle, mi compañera y yo no nos percatamos hasta la salida completamente de los clientes, buscamos por todos lados y pronto comprendió que lo inevitable había sucedido, se nos había salido.
Llamamos a un compañero, le explicamos la situación, y le pedimos que viniera a atender la estética mientras mi compañera y yo salimos a buscarlo, aún había algunos gatos que había que bañar, y más clientes llegarían, no podíamos salir y dejar solo, en poco tiempo nuestro compañero llego, y nos dio aviso de que cuando casi llegaba a la estética, miro un perrito con un bozal metiéndose al panteón, dijo que no estaba seguro si era el que buscábamos o de alguien, pero que vio que no había nadie cerca de el, cuándo lo vio adentrarse. Mi compañera y yo decidimos seguir la pista, pero teníamos el tiempo en contra, ya estaba obscureciendo, aun así teníamos que llegar hasta las últimas circunstancias.
Fue en ese instante que nos paramos en la entrada del panteón cuando vimos a un perrito justo como el que habíamos perdido corriendo entre el camino que lleva hacia las tumbas, el camino principal, el de tierra (supongo que casi todos conocemos ese panteón) corrimos los dos, le hablábamos por su nombre, se llama, o se llamaba "Pedrito" le gritábamos, "!Ven Pedrito¡"..."!Ven chiquito¡" y asi... "¡Pedrito¡ !Pedrito¡ Y el perro más corría, mi compañera como es más ligera corrió con todas sus fuerzas detrás de él, cuando yo seguía gritando el nombre de ¡Pedrito!.
Pero en eso escuche de tras de mí, como al ladomas bien un, "Shhh" "Shhh" alguien me llamaba, a p***s se escuchaba, después más lejos escuche que me llamaban por mi nombre, pero no distinguía si la voz era de hombre o de mujer, pensé que era mi compañera que ya había atrapado al Pedrito, pero para esto, yo seguía caminando, y al estar casi en la pura mitad del panteon, como a unas 4 calles más hacia el norte, vi a un pequeño niño moreno de cabello chino, el cual levantaba emocionado las manos y a un perrito blanco, ¡Pensé, que ya alguien nos había ayudado!, Así que camine hacia el niño y cuando me iba acercando, bajo al perro y se movió a una tumba grande, ya no me dejo verlo.
Al llegar, vi al perrito como sobrepuesto en una pequeña tumba. Nadie diría que era Pedrito, si no fuese porque todavía traía el bozal puesto, pero estaba completamente tranquilo. Lo levanté y detrás de mí venía mi compañera muri3ndos3 de bofiada, felicitándome por qué yo si lo había podido conseguir "atrapar" pero le dije la verdad ¡Que no fui yo!, Que fue el niño que estaba aquí, que el me lo dio, pero ningún niño apareció, ni lo logramos volver a ver para agradecerle, hasta nos sentamos para ver si aparecía y descansar un poco la espalda. Fue ahi cuando alguno de los dos leímos el nombre de la lápida, y era la tumba de un niño llamado "Pedrito" curiosamente como de aprox la misma edad del niño que nos ayudó con el perrito.
Ud que creen, a veces he pensado que sin querer perturbamos el espíritu de ese niño que se llamaba igual que el perrio, y por eso el nos ayudo a encontrarlo. Jamás lo sabremos, los dejo a su interpretación.