13/02/2025
JUSTICIA PARA EL DR. HÉCTOR HERNÁNDEZ: LA VIOLENCIA NO ES DEFENSA ANIMAL
Desde la Página Médico Veterinario Zootecnista, condenamos enérgicamente el brutal as*****to del médico veterinario Héctor Hernández, un profesional que dedicó su vida a la salud y bienestar animal. Su trágica muerte a manos de personas cegadas por el odio y la ignorancia nos obliga a reflexionar sobre los peligros del extremismo disfrazado de activismo.
Los hechos ocurrieron en México, cuando una pareja llevó a su mascota en estado crítico a la clínica del Dr. Hernández. A pesar de los esfuerzos médicos, el animal no sobrevivió debido a la gravedad de su condición y a la tardanza de los dueños en autorizar el procedimiento necesario. En lugar de aceptar esta realidad, los propietarios iniciaron una campaña de acoso contra la clínica, exigiendo dinero y hostigando al personal. La violencia escaló hasta el punto de un ataque físico que terminó con la vida del veterinario.
Es irónico y profundamente alarmante que quienes se dicen defensores de los animales recurran a la violencia contra un profesional cuya labor es precisamente salvar vidas. La defensa animal no puede ni debe justificar el fanatismo, el odio y mucho menos el as*****to.
El caso del Dr. Hernández deja en evidencia una problemática social preocupante: el discurso de odio en redes sociales, la desinformación sobre la medicina veterinaria y la incapacidad de algunas personas para aceptar la realidad de la vida y la muerte. Los veterinarios no somos dioses; hacemos lo humanamente posible por cada paciente, pero hay situaciones que escapan a nuestro control, especialmente cuando las decisiones de los dueños retrasan tratamientos críticos.
Exigimos justicia para Héctor Hernández. No podemos permitir que la intolerancia y la violencia sigan cobrando vidas. Hoy, más que nunca, debemos alzar la voz en defensa de quienes entregan su vida al cuidado de los animales y enfrentar la irracionalidad que amenaza nuestra profesión.
Que la memoria del Dr. Hernández nos inspire a seguir trabajando con ética, compromiso y amor por los animales, pero también con la firme convicción de que la vida humana merece el mismo respeto.
