
31/05/2025
PARA SIEMPRE, MI ROCK.
Mi velociraptor incansable,
mi guardián de cuatro patas,
mi niño peludo con mamitis…
Te fuiste, y el silencio pesa donde antes latías tú.
Surcaste el pasillo del jardín con tanta fuerza
que hasta la tierra aprendió tu nombre.
Dormías cerca, vigilabas todo,
y cuando me mirabas, era como si el mundo se calmara.
Durante casi 13 años fuiste mi sombra, siempre a mi lado,
mi consuelo, mi alegría.
Mi perro bueno, tan bueno…
Tan mío.
Te amo, Rock.
Gracias por elegirme. Eras mejor que muchos humanos.
Corre libre con tu hermano Kuro, el labrador, que partió hace meses y también dejó profunda huella.
Y con Yago, el golden, que ya conocerás en las praderas del cielo, donde el tiempo no existe y jugaréis y correréis libres.
Te quiero, Rock.
Siempre tuya,
Mamá.