29/05/2020
Esta es una historia de las que nos reconcilian a todos con la humanidad: la historia de una familia que no se ha rendido nunca para conseguir que su perro volviese a tener una vida normal, aunque en algún momento parecía imposible lograrlo.
Nico tiene año y medio y un día, al salir de paseo, su correa extensible se enganchó y, sin que sus humanos pudiesen hacer nada, se cayó por el hueco del ascensor: una caída libre desde un sexto piso que lo dejó en coma varios días con un traumatismo craneoencefálico. En el primer momento no les dieron ninguna esperanza de poder salvarlo... y así llegaron al 4 de Octubre.
Cuando Nico llegó a nuestro hospital lo estabilizamos en UCI e hicimos una resonancia magnética para ver en qué estado estaba su cerebro y si tenía lesiones irreversibles: lo que vimos fue una contusión en la zona parietal, por lo que, con tratamiento, era muy posible que mejorase. También hicimos un TAC en la zona de la columna, donde descubrimos una luxación vertebral.
Lo primero que hicimos fue tratar la contusión y estabilizarlo, y, en cuanto lo conseguimos, entró en quirófano para corregir la luxación. Después empezó la rehabilitación física, con la que tendrá que seguir durante una temporada.
Y, después de unas semanas realmente duras, Nico por fin ha recibido el alta y se ha ido a casa con sus humanos, caminando, y dispuesto a ser feliz el resto de su vida. ¡Este pequeño milagro de cuatro patas volverá a correr, a saltar y a jugar muy pronto!