
11/07/2025
Reflexión de VEO durante nuestro último paseo, léelo hasta el final.
"Me llamo de muchas formas: a veces ‘peludo’, otras ‘viejo’, otras ni siquiera me llaman. Solo soy yo, esperando…
Cada día amanece igual: las mismas rejas, el mismo frío suelo, los mismos pasos que se acercan… y se alejan. Cada vez que una familia entra al refugio, mi corazón salta antes que mis patas. ¿Será hoy? ¿Seré yo? Pero no. Siempre el cachorro. Siempre el más joven. Siempre alguien más.
No sé cuántos inviernos han pasado ya. He olvidado qué se siente correr libre bajo el sol o dormir acurrucado en un regazo cálido. Pero no he olvidado cómo amar. Eso nunca. Aunque me duela, aunque mis ojos ya no brillen como antes, sigo esperando. Porque mi amor… está intacto. Solo quiero alguien a quien dárselo.
He visto a muchos irse con una familia. Yo los despido con un movimiento de cola, aunque por dentro me deshaga un poco más. Me digo que mi momento llegará, que tal vez mañana, o tal vez en otra vida, alguien verá en mis ojos lo que soy: no un animal roto, sino un alma fiel, fuerte y leal. Solo pido eso. Ser elegido, al menos una vez.
Porque no quiero morir sin saber lo que se siente pertenecer a alguien que no se rinda de mí.
No quiero ser una vida que nadie quiso mirar.
Sigo aquí… con la esperanza herida, pero viva. Porque si tú estás leyendo esto, tal vez seas tú quien cambie mi destino."