17/08/2025
Ayer fue el Día Internacional del Animal sin Hogar. Ojala no existiera este día , ojalá no tuviéramos que celebrar nada, porque no hay animales abandonados ,ojala los animales no tuvieran que mirarnos pidiendo auxilio y aliento.
En ello es clave la conciencia humana ,está en cada unos de nosotros , la queramos disfrazar o no y cerrar los ojos .
Las perreras municipales son un espejo cruel: allí habita el abandono convertido en ladridos apagados, en miradas rotas tras los barrotes, en cuerpos que tiemblan esperando una mano que nunca llega.
El sufrimiento que hemos depositado en esos lugares es también el nuestro, disfrazado. Cada perro que llora en soledad es la sombra de una promesa humana rota. Cada silencio en esas jaulas es la voz de nuestra indiferencia.
La soledad de un animal en una perrera no es solo suya: es el grito mudo de la humanidad que ha olvidado la compasión.
Abandonar a un ser que confió ciegamente es traicionar no solo al animal, sino a nuestra propia alma.
Y sin embargo, en medio de esa oscuridad, hay destellos de esperanza: una caricia que rescata, un corazón que adopta, una conciencia que despierta. Porque cuando alguien decide liberar a un animal de esa soledad, no solo salva una vida: repara, aunque sea en pequeño, la herida colectiva de la humanidad.
🌿 La pregunta es:
¿cuánto más vamos a permitir que el reflejo de nuestras perreras siga mostrando abandono, y no redención?
La respuesta está en nuestra conciencia.
Zeus abandonado por una mala conciencia con excusas típicas , espera algún día salir de esas rejas.