20/06/2025
🔍 ¿Por qué en el mundo del bienestar animal se cuela tanta gente desequilibrada?
¿Te lo has preguntado alguna vez? Porque yo sí.
Y no, no estoy loca (o eso creo 😂).
Lo cierto es que hay teorías en psicología social que explican perfectamente lo que muchas personas hemos vivido desde dentro.
👉Aquí van algunas que te harán clic en la cabeza 💥👇
📜 1. La tiranía de la estructura ausente – Jo Freeman (1970)
ℹ️Cuando no hay jerarquías claras ni filtros, cuando cualquiera puede ser protectora, rescatista o fundar una asociación sin formación ni control, el caos se cuela por las rendijas 🌀.
👉 Lo que parecía horizontal y democrático termina siendo un campo de batalla donde mandan las más autoritarias, inestables o narcisistas, porque no hay estructura que las frene.
🐾 En el mundo animalista, esto lo vemos en asociaciones que parecen sectas, en liderazgos tóxicos que lo controlan todo, y en guerras internas que acaban perjudicando a los animales, claro.
🧠 2. Psicología del voluntariado y altruismo
Sí, hay gente maravillosa en el activismo, pero también hay estudios que explican que estos espacios atraen a personas con necesidad extrema de validación externa, o con trastornos no tratados como el narcisismo o el TLP (trastorno límite de la personalidad).
👉 ¿Y qué pasa cuando estas personas entran en un entorno sin filtros ni supervisión? Que usan la causa para alimentar su ego, controlar a otras personas o proyectar sus traumas sin resolver.
🐱 En lugar de cuidar a los animales, destruyen a sus compañeras, desgastan el entorno y crean más sufrimiento del que intentaban evitar.
🧠💣 3. La moral inflada o “superioridad moral patológica”
Hay quienes no luchan por una causa, sino por sentirse superiores, personas que usan el bienestar animal como medalla para señalar, juzgar y humillar a los demás.
👉 Son las que ven maltrato en todo menos en ellas mismas.
👉Las que insultan a quien no piensa como ellas.
👉Las que viven en guerra perpetua.
😬 El problema es que esta actitud sectaria no ayuda a los animales; solo divide, quema y repele a la ciudadanía.
🦸♀️ 4. El síndrome del salvador
Muchas mujeres (sí, principalmente mujeres) entran en el mundo animalista arrastrando traumas personales o carencias emocionales no resueltas 💔
👉 Y lo vuelcan todo en salvar animales como única forma de sentirse válidas, necesarias o queridas.
El problema es que muchas se pierden a sí mismas en el proceso, no ponen límites, se aíslan, se destruyen, y lo que parecía una causa noble se convierte en una adicción emocional.
🐕 El resultado: burnout, conflictos, maltrato entre activistas… y más sufrimiento.
⚠️ Entonces… ¿qué está fallando en el bienestar animal?
❌️Lo que falla es que no hay filtro, ni estructura, ni exigencias básicas.
🙅♀️Cualquiera puede abrir una protectora, recoger gatos, pedir donaciones, enfrentarse con otras compañeras y decir que lucha por los animales, sin ninguna formación ni control.
🫠Y eso es un caldo de cultivo perfecto para que entre la peor versión del ser humano: egos desatados, traumas sin tratar, narcisismo disfrazado de altruismo, y mucho, mucho desequilibrio.
🎯 CONCLUSIÓN (léela dos veces):
👉 Luchar por los animales no te hace buena persona.
👉 No todo el mundo está emocional ni psicológicamente preparado para esta causa.
👉 Si no hay filtros ni profesionalización, el bienestar animal seguirá siendo el vertedero emocional de una sociedad enferma.
👉 Y los únicos que pagan el precio de nuestras guerras internas… son ellos 🐾💔
🔽 Si te has sentido identificada, no estás sola.
Si no, quizá seas parte del problema.
🐾🔥