13/07/2025
Es muy común la afirmación desde hace bastante tiempo que sin granjas de gran tamaño (quiero evitar la palabra macrogranja, pues no nos alineamos demasiado con aquellos que suelen utilizarla) no sería posible producir en nuestro país los huevos que se consumen porque saldrían a un precio que el consumidor no estaría dispuesto a pagar. Por suerte, nada mejor que la realidad caprichosa para poner ciertos discursos en su lugar. Este año se ha pagado en el supermercado por una docena de huevos de jaula lo que hace 5 años venía costando una docena de huevos de una pequeña granja de 6000 gallinas camperas de cualquier punto de España. A pesar de esto según los datos recientemente publicados, el consumo de huevo en nuestro país se ha incrementado cerca de un 3%. Vaya! Pues va a ser que el consumidor sí que estaba dispuesto a pagar por el huevo lo que en realidad vale (en otras ocasiones ya hemos hablado de lo insultantemente barata que es esta proteina comparada con otras de peor calidad).
Hace unos años asistí a una charla en la que un técnico avícola centroeuropeo nos explicaba en un estudio de costes que en una granja de nueva generación de gran tamaño se necesita un operario por cada 40.000 aves que se alojen.
Vayámonos por ejemplo a la provincia de Córdoba. Sus 774.000 habitantes, según lo recientemente publicado por el observatorio del huevo, deberían comer diariamente unos 285.000 huevos. Para una producción así, necesitaríamos tener un censo aproximado de 356.000 gallinas.
Este es un tamaño de una granja grande de ponedoras (pero ojo, las hay mucho más grandes) que según lo antes descrito necesitaría unos 9 operarios en los gallineros.
Esa misma cantidad de gallinas se podrían alojar en unas 60 granjas pequeñas de unas 6000 gallinas. 0,8 granjas por municipio de la provincia...¡¡¡Oh, Qué disparate!!! Verdad?
Es muy común hacer caer sobre la espalda del consumidor "urbanita" la responsabilidad de la catástrofe que representa el éxodo rural y la España vaciada, pero a veces hay que pensar que son unos pocos los que se han dedicado a vaciarla de oportunidades para quedarse con todo el rendimiento que la tierra y la ganadería está dispuesta a dar.
En esta realidad predominante, la pequeña granja familiar y su articulación en nuevas cooperativas de pequeños productores se hace necesaria, urgente e indispensable.
Nuestra felicitación a "La Dotzena" por su primer aniversario y por servir de faro y modelo a replicar.