03/07/2025
𝗟𝗮 𝗙𝗮𝘀𝗲 𝗔𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮 𝘆 𝗲𝗹 𝗘𝗻𝗿𝗶𝗾𝘂𝗲𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗔𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗣𝗲𝗿𝗿𝗼: 𝗖𝗹𝗮𝘃𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝘂 𝗕𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿
¿𝗣𝗼𝗿 𝗾𝘂𝗲́ 𝗲𝘀 𝗶𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮?
En el estudio del comportamiento animal, especialmente desde la etología clásica y aplicada, el comportamiento motivado se divide en diferentes fases. Una de las más relevantes para el bienestar y el manejo diario del perro es la fase apetitiva, 𝗱𝗲𝗳𝗶𝗻𝗶𝗱𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗼 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗻𝗷𝘂𝗻𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝗮𝘀 𝗱𝗲 𝗯𝘂́𝘀𝗾𝘂𝗲𝗱𝗮, 𝗲𝘅𝗽𝗹𝗼𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗼 𝗮𝗽𝗿𝗼𝘅𝗶𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗲𝗱𝗲𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝗼𝗯𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼 (ya sea alimento, contacto social, juego, descanso, etc.).
𝗘𝘀𝘁𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲 𝗻𝗼 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝘂𝗻 𝘃𝗮𝗹𝗼𝗿 𝗮𝗱𝗮𝗽𝘁𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼 𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹, sino que también 𝗲𝘀 𝗮𝗹𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗽𝗹𝗮𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗹 𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮𝗹. Su activación desencadena procesos neurobiológicos ligados a la motivación, el aprendizaje y el bienestar emocional. Ignorarla o frustrarla de forma sistemática puede ser fuente de estrés, frustración y aparición de conductas no deseadas.
¿𝗤𝘂𝗲́ 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗾𝘂𝗲 𝘃𝗲𝗿 𝗲𝗹 𝗲𝗻𝗿𝗶𝗾𝘂𝗲𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹?
El enriquecimiento ambiental es una herramienta que permite estimular la fase apetitiva de manera controlada, segura y adaptada al entorno doméstico. Mediante estímulos físicos, cognitivos, sociales, sensoriales u olfativos, favorecemos que el perro active conductas de búsqueda, exploración, manipulación y solución de problemas.
𝗘𝘀𝘁𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝗲𝗳𝗲𝗰𝘁𝗼𝘀 𝗽𝗼𝘀𝗶𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 𝗱𝗶𝗿𝗲𝗰𝘁𝗼𝘀 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲:
> La reducción del estrés y la ansiedad
> La mejora de la capacidad de aprendizaje y atención
> El fortalecimiento del vínculo perro-persona
> La disminución de la aparición de comportamientos estereotipados o destructivos
𝗘𝗷𝗲𝗺𝗽𝗹𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗮́𝗰𝘁𝗶𝗰𝗼𝘀: cómo activar la fase apetitiva desde casa
Juegos de olfato (nosework): esconder premios en una habitación o usar alfombras de olfato permite activar la búsqueda activa.
𝗝𝘂𝗴𝘂𝗲𝘁𝗲𝘀 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝗮𝗰𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀 (tipo Kong, puzzles, dispensadores): requieren manipulación y exploración, manteniendo al perro ocupado y mentalmente estimulado.
𝗘𝗷𝗲𝗿𝗰𝗶𝗰𝗶𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗶𝗼𝗰𝗲𝗽𝗰𝗶𝗼́𝗻: no solo mejoran la conciencia corporal, sino que también involucran al perro en una secuencia de exploración motora muy ligada a la fase apetitiva.
𝗥𝗼𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗱𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗶́𝗺𝘂𝗹𝗼𝘀: cambiar el tipo de enriquecimiento o la forma de presentación mantiene el interés y evita la habituación.
𝗜𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲.
Una de las claves para que el perro mantenga un estado emocional saludable es 𝗻𝗼 𝗿𝗲𝗱𝘂𝗰𝗶𝗿 𝘀𝘂 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗮 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲 𝗰𝗼𝗻𝘀𝘂𝗺𝗮𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮, es decir, a que simplemente reciba lo que desea sin tener oportunidad de buscarlo.
"𝗨𝗻 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝗾𝘂𝗲 “𝗹𝗼 𝘁𝗶𝗲𝗻𝗲 𝘁𝗼𝗱𝗼 𝗵𝗲𝗰𝗵𝗼” 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝗻𝗼 𝗹𝗼 𝗵𝗮 𝗯𝘂𝘀𝗰𝗮𝗱𝗼, 𝗿𝗲𝘀𝘂𝗲𝗹𝘁𝗼 𝗼 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗰𝗶𝗽𝗮𝗱𝗼, 𝗲𝘀 𝗺𝗮́𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗽𝗲𝗻𝘀𝗼 𝗮 𝗰𝗮𝗲𝗿 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗮𝗽𝗮𝘁𝗶́𝗮 𝗼 𝗹𝗮 𝗳𝗿𝘂𝘀𝘁𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻." (EEtolcanin
" 𝑶𝒇𝒓𝒆𝒄𝒆𝒓 𝒐𝒑𝒐𝒓𝒕𝒖𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝒇𝒓𝒆𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒂𝒓 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒇𝒂𝒔𝒆 𝒄𝒐𝒏 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝒃𝒊𝒆𝒏 𝒑𝒍𝒂𝒏𝒊𝒇𝒊𝒄𝒂𝒅𝒂𝒔 𝒆𝒒𝒖𝒊𝒗𝒂𝒍𝒆 𝒂 𝒐𝒇𝒓𝒆𝒄𝒆𝒓𝒍𝒆 𝒃𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓 𝒑𝒔𝒊𝒄𝒐𝒍𝒐́𝒈𝒊𝒄𝒐 𝒓𝒆𝒂𝒍. " (MManuel Villar
𝗘𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝘆 𝘁𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗿 𝗹𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲 𝗮𝗽𝗲𝘁𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗲𝗹 𝗲𝗻𝗿𝗶𝗾𝘂𝗲𝗰𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼 𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲𝗻𝘁𝗮𝗹 𝗻𝗼 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗹𝘂𝗷𝗼 𝗻𝗶 𝘂𝗻 𝗲𝗻𝘁𝗿𝗲𝘁𝗲𝗻𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼: es una necesidad biológica y emocional del perro. Como responsables, es nuestro deber garantizar un entorno que respete no solo sus necesidades fisiológicas, sino también sus necesidades motivacionales y cognitivas.
"𝗧𝗿𝗮𝗯𝗮𝗷𝗮𝗿 𝘀𝗼𝗯𝗿𝗲 𝗲𝘀𝘁𝗮 𝗳𝗮𝘀𝗲 𝗻𝗼𝘀 𝗮𝗰𝗲𝗿𝗰𝗮 𝗮 𝘂𝗻 𝗺𝗼𝗱𝗲𝗹𝗼 𝗱𝗲 𝗯𝗶𝗲𝗻𝗲𝘀𝘁𝗮𝗿 𝗺𝗮́𝘀 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝘁𝗼 𝘆 𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗶́𝗳𝗶𝗰𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗳𝘂𝗻𝗱𝗮𝗱𝗼." (MManuel Villar
𝗥𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀:
Jensen, P. (Ed.). (2007). The ethology of domestic animals: an introductory text. CABI.
Dawkins, M. S. (1990). From an animal’s point of view: Motivation, fitness, and animal welfare. Behavioral and Brain Sciences, 13(1), 1–9.
Young, R. J. (2003). Environmental enrichment for captive animals. Wiley-Blackwell.
Beerda, B., Schilder, M. B. H., van Hooff, J. A. R. A. M., de Vries, H. W., & Mol, J. A. (1999). Chronic stress in dogs subjected to social and spatial restriction. I. Behavioral responses. Physiology & Behavior, 66(2), 233–242.