18/07/2025
𝗖𝗨𝗔𝗡𝗗𝗢 𝗟𝗔 𝗦𝗢𝗟𝗘𝗗𝗔𝗗 𝗣𝗘𝗦𝗔.
𝗠𝐚́𝐬 𝐚𝐥𝐥𝐚́ 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐚𝐧𝐬𝐢𝐞𝐝𝐚𝐝 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐞𝐩𝐚𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐨𝐬.
𝗨𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮 𝗺𝗮́𝘀 𝗰𝗼𝗺𝘂́𝗻 𝗱𝗲 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗲. 𝗡𝗼 𝗲𝘀 𝘀𝗼𝗹𝗼 𝗮𝗻𝘀𝗶𝗲𝗱𝗮𝗱: 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝗰𝗮𝗿𝗮𝘀, 𝗺𝘂𝗰𝗵𝗮𝘀 𝗰𝗮𝘂𝘀𝗮𝘀.
𝗟𝗮 𝗶𝗺𝗮𝗴𝗲𝗻 𝘀𝗲 𝗿𝗲𝗽𝗶𝘁𝗲 𝘂𝗻𝗮 𝘆 𝗼𝘁𝗿𝗮 𝘃𝗲𝘇:”... llegamos a casa y encontramos la puerta arañada, objetos destruidos, charcos de saliva o incluso heces esparcidas”. Muchos tutores y profesionales piensan enseguida en “ansiedad por separación”. Pero lo cierto es que este conjunto de comportamientos no siempre responde a un único diagnóstico. 𝗘𝘀𝘁𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗳𝗿𝗲𝗻𝘁𝗲 𝗮 𝗹𝗼 𝗾𝘂𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗲𝘁𝗼𝗹𝗼𝗴𝗶́𝗮 𝗮𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮𝗱𝗮, 𝗰𝗹𝗶́𝗻𝗶𝗰𝗮 𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗮𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗹𝗹𝗮𝗺𝗮𝗺𝗼𝘀 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗹𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗹𝗮 𝘀𝗲𝗽𝗮𝗿𝗮𝗰𝗶𝗼́𝗻 (𝗣𝗥𝗦), un término paraguas que engloba múltiples causas, matices emocionales y grados de severidad.
𝗛𝗮𝗯𝗹𝗮𝗿 𝗱𝗲 𝗣𝗥𝗦 𝗶𝗺𝗽𝗹𝗶𝗰𝗮 𝗶𝗿 𝗺𝗮́𝘀 𝗮𝗹𝗹𝗮́ 𝗱𝗲𝗹 𝗱𝗶𝗮𝗴𝗻𝗼́𝘀𝘁𝗶𝗰𝗼 𝗰𝗹𝗮́𝘀𝗶𝗰𝗼. Algunos perros sienten angustia real ante la separación de su figura de apego. Otros, simplemente no han aprendido a quedarse solos porque nunca se les enseñó. En algunos casos hay frustración, apego indebido, aburrimiento, miedo a estímulos externos que aparecen solo cuando el tutor no está, e incluso cuadros mixtos con dolor físico asociado.
¿𝗤𝘂𝗲́ 𝘃𝗲𝗺𝗼𝘀 𝘆 𝗾𝘂𝗲́ 𝘀𝗲𝗻𝘁𝗶𝗺𝗼𝘀? 𝗘𝗹 𝗿𝗲𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼𝗿𝗶𝗼 𝗰𝗼𝗻𝗱𝘂𝗰𝘁𝘂𝗮𝗹 𝗱𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗿𝗿𝗼 𝘀𝗼𝗹𝗼.
Destruir objetos, vocalizar de forma intensa, babear en exceso, orinar o defecar en casa pese a estar entrenados para no hacerlo, intentar escapar o rascar la puerta... son solo algunos de los comportamientos observables. Pero detrás de cada uno puede haber un estado emocional distinto. La clave está en interpretar correctamente el repertorio, el contexto y la historia del animal. No todo perro que ladra cuando se queda solo está ansioso. No todo perro que destruye está frustrado.
𝗟𝗮 𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗻𝗼𝘀 𝗱𝗮 𝗽𝗶𝘀𝘁𝗮𝘀, 𝗽𝗲𝗿𝗼 𝘁𝗮𝗺𝗯𝗶𝗲́𝗻 𝗻𝗼𝘀 𝗽𝗶𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗲𝗰𝗶𝘀𝗶𝗼́𝗻.
Estudios recientes (𝚃𝚒𝚒𝚛𝚊 𝚎𝚝 𝚊𝚕., 𝟸𝟶𝟷𝟼; 𝚍𝚎 𝙰𝚜𝚜𝚒𝚜 𝚎𝚝 𝚊𝚕., 𝟸𝟶𝟸𝟶) han mostrado que los PRS pueden tener raíces diversas y que el modelo clásico de “ansiedad por separación” como entidad única resulta insuficiente. La etología aplicada y clínica actual propone un enfoque multifactorial: historia de desarrollo, genética, experiencias tempranas, nivel de apego, entorno físico y social, y experiencias de separación anteriores.
𝗘𝗹 𝗲𝗿𝗿𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝘁𝗿𝗮𝘁𝗮𝗿 𝘀𝗶𝗻 𝗱𝗶𝗮𝗴𝗻𝗼𝘀𝘁𝗶𝗰𝗮𝗿.
Muchos abordajes fallan porque se aplican recetas universales sin comprender qué le pasa exactamente a ese perro. Existen protocolos distintos si el problema es ansiedad, frustración o falta de habituación. Introducir juguetes interactivos, feromonas, cambios en la rutina o entrenamiento con cámara puede ser útil... o completamente ineficaz, si no se ajusta al origen del problema.
𝗘𝗹 𝘃𝗶́𝗻𝗰𝘂𝗹𝗼 𝗵𝘂𝗺𝗮𝗻𝗼-𝗮𝗻𝗶𝗺𝗮𝗹: 𝘂𝗻 𝗳𝗮𝗰𝘁𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗿𝗶𝗲𝘀𝗴𝗼 𝘆 𝗱𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘁𝗲𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻.
La forma en que nos relacionamos con nuestros perros tiene un papel fundamental. Excesiva dependencia emocional, refuerzo sin límites de conductas de búsqueda de contacto o la ausencia de autonomía desde cachorro pueden ser factores de riesgo. Por el contrario, construir un vínculo seguro, flexible y basado en la comunicación clara puede prevenir muchos PRS.
𝗬 𝘀𝗶 𝗵𝗮𝘆 𝘀𝘂𝗳𝗿𝗶𝗺𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼, 𝗱𝗲𝗯𝗲 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗿𝘃𝗲𝗻𝗶𝗿 𝗹𝗮 𝗰𝗶𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮.
Cuando el malestar emocional del perro es evidente, lo correcto es buscar apoyo profesional. El abordaje debe ser individualizado y basado en un análisis funcional riguroso. A veces hará falta una combinación de modificación de conducta, cambios en el entorno y, en casos específicos, apoyo farmacológico o nutracéutico, siempre bajo supervisión veterinaria.
𝗨𝗻 𝗽𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝗷𝗼 𝗰𝗼𝗻 𝘀𝗼𝗹𝘂𝗰𝗶𝗼́𝗻 𝗽𝗼𝘀𝗶𝗯𝗹𝗲.
Los problemas relacionados con la separación no son una condena. Con información adecuada, un diagnóstico correcto y compromiso por parte del tutor, el pronóstico suele ser favorable. Pero es clave entender que no hablamos solo de obediencia o de normas, sino de estados emocionales reales, de sufrimiento que se puede aliviar, y de bienestar que podemos construir.
𝐕𝐚𝐥𝐨𝐫𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥.
𝗨𝗻𝗮 𝗺𝗶𝗿𝗮𝗱𝗮 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗲𝗻𝘁𝗲𝗻𝗱𝗲𝗿 𝘆 𝗮𝗰𝘁𝘂𝗮𝗿.
Cuando hablamos de PRS no hablamos solo de perros que “no saben estar solos”, sino de animales que no han desarrollado aún las herramientas necesarias para afrontar la separación de forma emocionalmente estable. Nuestra responsabilidad como tutores, profesionales y sociedad es acompañarlos en ese proceso de aprendizaje desde el respeto, el conocimiento y la empatía. Solo así el hogar será un espacio de bienestar tanto en presencia como en ausencia. (Etolcanin)
(𝗠𝗮𝗻𝘂𝗲𝗹 𝗩𝗶𝗹𝗹𝗮𝗿_ Etólogo Aplicado, Especialista en Comportamiento Animal y Formador de formadores.)
𝗙𝘂𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀 𝗥𝗲𝘃𝗶𝘀𝗮𝗱𝗮𝘀.
Separation‑related Problems and Their Interaction with Physical Disease (2023) > Estudio veterinario que destaca cómo diversas patologías (musculoesqueléticas, neurológicas, gastrointestinales, dermatológicas) pueden confundirse con PRS o dificultar su tratamiento, subrayando la necesidad de descartar enfermedades físicas antes de intervenir conductualmente.
Canine separation-related problems: identifying the emotional component (2022–2023) Publicación en Companion Animal Nursing sobre la identificación de emociones (ansiedad, miedo, frustración) subyacentes en PRS. PubMedmagonlinelibrary.com
Analysis of attachment styles in dogs: Strange Situation Procedure in foster/shelter dogs (2022) Estudio en psicología comparada que evalúa estilos de apego (seguro vs. inseguro) en perros mediante el protocolo experimental "Strange Situation", mostrando cómo influyen en conductas vinculadas a la separación. ResearchGate+2radar.brookes.ac.uk+2Wikipedia+2
Behavioural differences and similarities between dog breeds (2024–2025) Revisión etológica en Biological Reviews que analiza diferencias de comportamiento entre razas, incluyendo predisposición a conductas de separación y estrés.
Factors Influencing Isolation Behavior of Dogs (2023)
Investigación que compara el comportamiento de aislamiento en perros con y sin PRS, identificando posibles factores de riesgo ambientales y de manejo.
The Effects of Dog Behavioural Problems on Owner Well‑Being: A Review (2023) Revisión desde la psicología que analiza cómo los problemas conductuales en perros, incluyendo PRS, afectan la salud mental y calidad de vida de los tutores.
Acceso al artículo completo
Age‑dependent changes in dogs' separation behaviours (2021)
Estudio longitudinal que explora los cambios en la severidad de PRS a lo largo del tiempo, observando tendencias de mejora, empeoramiento o estabilidad en la conducta de separación. mdpi.comPubMed
Non-targeted metabolite profiling reveals changes in anxious dogs (2016) Investigación bioquímica que identifica biomarcadores metabólicos (estrés oxidativo, triptófano, lípidos) en perros con ansiedad, aportando una base neurobiológica a los PRS.
Ogata N. Separation anxiety in dogs – progress in understanding behavioural problems (2016) Revisión clínica en Journal of Veterinary Behavior que evalúa los avances diagnósticos y terapéuticos en ansiedad por separación y problemas asociados.
Hierarchy-Dependent Behaviour of Dogs in the Strange Situation Test (~2015) Estudio que adapta el protocolo de Apego a perros, mostrando cómo factores como la jerarquía entre perros influyen en respuestas a la separación del tutor.
Topál et al. Attachment behaviour in dogs via Strange Situation Test (1998) Pionero en psicología comparada, que estableció la validez del modelo de apego humano aplicado a perros y sentó las bases para estudios posteriores sobre PRS y dependencia emocional.