16/09/2025
🐾✨ Resulta que en un monasterio franciscano de Puebla, México, apareció un perrito callejero que cambió su destino de la manera más inesperada. Los frailes lo adoptaron, lo vistieron con un pequeño hábito marrón y lo bautizaron con un nombre que le queda perfecto: Fray Bigotón.
Desde ese día, el antiguo callejerito dejó atrás la soledad para convertirse en un “hermano” más. Camina por los pasillos del convento con su hábito, acompaña a los monjes en sus actividades y hasta lo han visto “predicando” 🐶✨ a los peces del estanque, como si entendiera su nueva misión.
El cariño que recibe es inmenso ❤️. Los frailes cuentan que, además de compañía, Fray Bigotón les recuerda la enseñanza de San Francisco de Asís: cuidar de todas las criaturas 🌍🐾.
Hoy, este perrito es parte de la comunidad y se ha ganado el corazón de todos. Pasó de ser un abandonado más de la calle a convertirse en un símbolo de ternura y amor 🙏💖, demostrando que siempre hay un lugar donde sentirse en casa.