25/03/2025
HUMANO, veo que estás llorando porque ha llegado mi momento. No llores, por favor, quiero explicarte algunas cosas.
Sé que estás triste porque me he ido, pero yo soy feliz porque te conocí. ¿Cuántos como yo mueren cada día sin haber conocido a alguien especial? Nosotros, los animales, conocemos el frío, el hambre, el miedo y la soledad. Vemos rostros que pasan sin mirarnos y, a veces, es mejor que no lo hagan. Pero un día, entre tantas personas, aparece un ángel... y todo cambia.
Nos dan un hogar, un nombre, un refugio seguro. Nos enseñan el amor. Y desde ese momento, el miedo desaparece. No nos importa la lluvia, el ruido de los coches ni el peligro, porque ya no estamos solos.
Por eso, aunque hoy me dices adiós, no quiero que te sientas culpable. Hiciste más de lo que crees: me diste un nombre, caricias, calor y la dicha de sentirme amado. Nosotros, los animales, vivimos en el presente. No importa el pasado cuando el amor nos abraza.
Antes de irme, te pido dos favores:
Lávate el rostro y sonríe. Guarda en tu corazón los momentos felices que compartimos y, por favor, no cierres tu corazón al amor. Hay muchos como yo que aún esperan a alguien como tú. No dejes que el miedo a sufrir te impida dar amor a quienes más lo necesitan.
Desde ahora, seré tu ángel. Cuando mires al cielo y veas una estrella brillar, sabrás que soy yo diciéndote: "Estoy bien, gracias por amarme".
No te digo "adiós", sino "hasta pronto". En ese cielo donde las almas nobles se reencuentran, te estaré esperando 🩵