18/01/2022
¡Buena Perro!!
Por Naturaleza los perros y gatos no son los mejores amigos.
Algunos tips son:
1) RESPETAR LA ORGANIZACION NATURAL DE CADA ESPECIE.
Los perros organizan su sociedad en manada mediante una jerarquía propia que ellos mismos marcan. Por el contrario, los gatos son animales solitarios que simplemente defienden su territorio. Por lo que ambos encontrara su naturalidad al convivir.
2) PRESENTAR A LOS ANIMALES.
No importa si la nueva mascota es el gato o bien el perro.
¿Qué debemos hacer para presentar a ambas mascotas?
-No cojas al gato en brazos, puede arañarte, siempre es bueno un corte de uñas que no pueda herir al perro si algo sale mal.
-Preséntalos en un lugar amplio y grande y a ser preferible llevando el perro atado.
-Obsérvalos y permita que se miren y se huelan.
Si el comportamiento es correcto y ambas mascotas se muestran tranquilas dejarás que interactúen. Si por el contrario se muestra ariscos no te preocupes, es muy habitual, quizás tardarán un tiempo en aceptarse.
¿Cómo consigo que ambas mascotas se lleven bien?
Si el encuentro ha sido muy negativo y ambas mascotas se muestran inquietas y nerviosas hay que trabajar con ambos, reforzando con la voz o con golosinas las actitudes que consideres positivas.
- No cometas el error de dividir tu hogar en dos zonas, una para cada animal, será complicado en el futuro.
- Lo ideal es esperar un tiempo a que ambos animales empiecen a convivir respetándose.
3. INICIAR CONVIVENCIA DESDE LAS PRIMERAS ETAPAS.
La convivencia entre perro y gato no necesariamente debe ser mala, todo lo contrario.
Deberás cuidar la educación en positivo desde el primer día de convivencia. Haz de tu casa un hogar feliz para ambos.
4) DARLE COMIDAS POR SEPARADO.
No podemos olvidar que tanto los perros como los gatos son animales depredadores, para no ocasionar incidente alguno, cada mascota coma en un espacio distinto y separado del otro animal.
5. JUGUETES PARA TODOS
Es importante recalcar este punto pues este consejo es más útil de lo que pueda parecer. Los celos y el deseo de tener un juguete puede empeorar mucho una relación entre perro y gato.