
14/09/2023
Los huesos no son un alimento idóneo para los perros, porque no proporcionan un buen aporte nutricional: contienen mucha proteína pero de baja biodisponibilidad. Y, aunque aportan fósforo y calcio, hay otros alimentos más digeribles que también contienen estos elementos.
Los huesos de pollo, o de ave en general, suelen ser astillosos y demasiado finos: por eso presentan más riesgos que otros huesos, porque pueden clavarse y perforar el aparato digestivo del perro. Un hueso demasiado pequeño puede tener un peligro añadido: puede causar asfixia si el can se atraganta.