14/05/2025
Bucky!!! Recién hoy pude tomar la decisión de despedirte, ya que me resistí a hacerlo. El sábado fuí a visitarte porque te gustaba recibir mis caramelitos y ya no estabas nada bien, pero me fui con la esperanza de que a lo mejor ocurría algún milagro y te ponías bien pero qué tonta soy si yo no creo en los milagros por lo menos a mí nunca me pasaron. Rubio hermoso no sabes lo que ya te estoy extrañando eras un perrito muy especial porque cuando venías a la peluquería sí tenía otro perrito en la camioneta vos te enojabas querías ser único en la peluquería y muchas veces te daba el gustito de que estuvieras solo y eras tan felíz. Tuviste una familia de oro te cuidaron te amaron hicieron todo y más pero tu cuerpito dijo basta y te habrás ido con tus dueños anteriores para dejarle lugar a otro perrito que vos seguramente les vas a mandar. A éstas alturas ya llegaste al cielo de los perritos y sos un peludito con alas, te amamos tanto en la peluquería y te vamos a extrañar tanto también adiós amiguito!!!😥😥
PD: ADJUNTO CARTA DE DESPEDIDA QUE ESCRIBIÓ TU MAMI
Carta de despedida para mí amado Bucky 🐶
Hoy me toca escribir estas palabras con el corazón triste 💔, pero a su vez lleno de amor y gratitud.
Quiero decir que, para esta familia fuiste mucho más que una mascota, porque en tus seis años que compartiste con nosotras (Anabella, Lorena y Susana) llenaste cada rincón de nuestras vidas con tu alegría y amor imposible de medir.
Desde el primer día en esa casa supiste cómo hacerte notar: con esa carita dulce blanca de manchas marrón claro, conquistaste a todos los que te veían. Más de una persona confundió tu singular belleza con una perrita. Pero nosotros sabíamos que detrás de ese aspecto delicado había un espíritu fuerte y bastante terco también.
Eras un amante incondicional de los mimos, si no los recibías los exigías con esa mirada irresistible o empujando una mano con tu hocico como si fueran un derecho adquirido.
Sin lugar a dudas siempre supiste cómo hacerte querer.
Tu menú favorito era tan especial como vos: zanahorias crujientes, trozos de queso, pollo cocido con amor y, claro, tus infaltables caramelos para perros que saboreabas como si fueran manjares de reyes después de tu baño.
Por otra parte, tenías tu buen carácter. Los perros y gatos del barrio pueden brindar testimonio. Pero con tu madre, tías y abuela humanas, eras puro cariño, juego y ternura.
Tu baño mensual era toda una fiesta, esperabas la llegada de la camioneta de Patricia desde la reja de cada y más sabiendo que al final tenías un secado con secador eléctrico donde parecías disfrutar como en un spa.
Tu aspecto era blanco como la nieve pero con manchas marrón claro dispersado por el cuerpo, esa combinación te hacía irresistible.
En abril, durante la Semana Santa, empezaste a sentirte mal, como si algo en vos supiera que era tiempo de ir preparando tus alas .
Toda tu familia humana estuvo ahí, dándote todo el amor posible, con esa mezcla de angustia y esperanza que sólo entienden quienes ama profundamente. Y vos, valiente hasta el final, luchaste con esa misma intensidad con la que viviste cada día.
Hoy un 10 de mayo a las 15:35 extendiste tus alitas para encontrarte con tus primeros dueños. No da tranquilidad saber que allá donde estés, habrá mimos de Roberto y Sergia tu primera familia humana, caramelos, tu menú favorito, secadores de pelo y algún gato al que seguir ladrando.
Sin perjuicio de todo ello, sabemos que te llevaste con vos un pedazo del corazón de cada una de nosotras, así como vos dejaste en esta familia una huella que el tiempo no va a borrar jamás.
Gracias, Bucky, por enseñarnos tanto en tan poco tiempo. Gracias por cada lamido, por cada momento compartido, por tu amor puro y sincero.
Siempre vas a estar con nosotras.
Con todo el amor del mundo, mamá Anabella, abuela Susana y tía Lorena.