Ottovet

06/07/2025

Hoy viví algo muy triste.

Fui a correr, como siempre, a la pista que conozco bien. Y en una parte del recorrido vi a una chica muy angustiada. Su perrita estaba tirada en el suelo.

Corrí hacia ellas para darle primeros auxilios, pero ya no había nada que hacer. La perrita ya se había ido.

Minutos antes, la pequeña había salido de los matorrales, sin correa, después de hacer del baño. En ese momento, un perro más grande, que sí venía con correa, la mordió en la cabeza. Fue cuestión de segundos.

El humano del perro grande estaba en shock. Dijo que todo pasó tan rápido que su perro reaccionó por instinto. Y se notaba que no era alguien desinteresado: estaba triste, preocupado, buscaba cómo ayuda, se ofrecía a llevarlas al veterinario.

Pero la escena era devastadora. La chica estaba destrozada. Cuando le dije que su perrita ya no estaba aquí, fue como si el mundo se le viniera encima.

No fue un acto de maldad.
No fue por culpa de un perrito “agresivo”.
Fue un accidente.
Uno que se pudo evitar.

Muchas veces veo a personas paseando a sus perritos sin correa.
Dicen que “no hace nada”, “es muy noble”, “solo quiere saludar”.
Y sí, puede que así sea.
Hasta que un día, no lo es.

A mí me pasa con Lola y Balám. Siempre las llevo con correa. Pero me da miedo cuando un perro suelto se les acerca. Balám le ladra a todo, y aunque yo la tenga con la correa, no puedo controlar lo que haga el otro.

Hoy, una perrita perdió la vida por un descuido.
No por irresponsabilidad total.
Solo por confiarse, estaba haciendo del baño.

La correa no es un castigo.
Es protección.
Es respeto.
Es amor.

Ojalá nadie más tenga que pasar por algo así.
Por favor siempre ponle la correa a tu perrito.

🖤🐾

11/06/2025

Por una adopción responsable, no los abandones.

23/05/2025

15/05/2025

CUANDO TU OLOR DESAPARECE, TU PERRO SABE QUE ESTÁS POR VOLVER

No mira el reloj.
No revisa el calendario.
No sabe de agendas ni de horarios.
Y sin embargo, tu perro sabe exactamente cuándo vas a volver.

Durante años se pensó que era simple costumbre, que los animales asociaban ciertas rutinas con la llegada de sus dueños.
Pero estudios recientes han revelado algo más profundo, más instintivo y más asombroso: tu olor es el reloj biológico de tu perro.

Cuando sales de casa, dejas algo invisible atrás:
una estela de moléculas aromáticas, partículas únicas que flotan en el aire, se impregnan en los muebles, en la ropa, en las paredes.
Ese olor —que tú ni siquiera notas— es para él una firma emocional, un mapa olfativo que guía sus emociones y su espera.

Y aquí ocurre lo increíble:
conforme pasan las horas, ese olor se disipa lentamente.
Y tu perro, que tiene un sentido del olfato hasta 100.000 veces más agudo que el tuyo, detecta esa disminución con una precisión que la ciencia aún está intentando comprender.

Para él, el desvanecimiento progresivo de tu olor no es vacío… es cuenta regresiva.
Es la forma en la que su mundo le dice que te estás acercando, que pronto volverás.
No porque te escuche, no porque te vea,
sino porque su nariz lo intuye antes que cualquier otro sentido.

No es magia.
Es biología emocional.

Y cuando finalmente regresas,
y abres la puerta,
y él corre hacia ti como si no te hubiera visto en años,
no es solo porque te reconoció…
es porque te estaba esperando desde el instante exacto en que tu olor comenzó a irse.

25/03/2025

HUMANO, veo que estás llorando porque ha llegado mi momento. No llores, por favor, quiero explicarte algunas cosas.

Sé que estás triste porque me he ido, pero yo soy feliz porque te conocí. ¿Cuántos como yo mueren cada día sin haber conocido a alguien especial? Nosotros, los animales, conocemos el frío, el hambre, el miedo y la soledad. Vemos rostros que pasan sin mirarnos y, a veces, es mejor que no lo hagan. Pero un día, entre tantas personas, aparece un ángel... y todo cambia.

Nos dan un hogar, un nombre, un refugio seguro. Nos enseñan el amor. Y desde ese momento, el miedo desaparece. No nos importa la lluvia, el ruido de los coches ni el peligro, porque ya no estamos solos.

Por eso, aunque hoy me dices adiós, no quiero que te sientas culpable. Hiciste más de lo que crees: me diste un nombre, caricias, calor y la dicha de sentirme amado. Nosotros, los animales, vivimos en el presente. No importa el pasado cuando el amor nos abraza.

Antes de irme, te pido dos favores:
Lávate el rostro y sonríe. Guarda en tu corazón los momentos felices que compartimos y, por favor, no cierres tu corazón al amor. Hay muchos como yo que aún esperan a alguien como tú. No dejes que el miedo a sufrir te impida dar amor a quienes más lo necesitan.

Desde ahora, seré tu ángel. Cuando mires al cielo y veas una estrella brillar, sabrás que soy yo diciéndote: "Estoy bien, gracias por amarme".

No te digo "adiós", sino "hasta pronto". En ese cielo donde las almas nobles se reencuentran, te estaré esperando❤️

19/03/2024