Nuestro fundador, desde niño se sintió maravillado al ver los caballos trabajar, competir o simplemente andar. Disfrutaba de observar a los jinetes cuidando sus arreos, asegurando que sean de la medida adecuada, que estén en las mejores condiciones, que se adapten a la medida del caballo y cuidando que se sienta cómodo y no le moleste. Es entonces que decidió juntarse con los mejores, con los más
experimentados jinetes de México y Estados Unidos. Fue así como identificó qué equipos usan y se empeñó en crear productos, no solo artesanales y bellos, sino también de la más alta calidad, cumpliendo con lo que los mejores jinetes exigen.