
31/08/2025
🦜 Cotorra argentina (Myiopsitta monachus)
Características principales
Tamaño: 28–30 cm | Peso: 100–150 g
Coloración: verde en el dorso, pecho gris claro, alas con tonos azulados, pico beige.
Longevidad: 20–30 años en cautiverio.
Comportamiento: muy social, ruidosa, aprende palabras, vive en bandadas.
Nidos: construye grandes nidos comunales de ramas (única entre psitácidos).
Distribución
Origen: Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia y sur de Brasil.
Expansión: introducida en EE. UU., México y Europa.
Problemas: considerada especie invasora, daña cultivos y causa fallas en postes eléctricos al anidar.
Alimentación
En libertad: semillas, frutos, brotes e insectos.
En cautiverio: croquetas para psitácidos, frutas y verduras seguras, semillas limitadas.
🚫 Recomendaciones para evitar que se convierta en plaga
1. No liberarlas en el medio silvestre
Muchas poblaciones invasoras comenzaron con aves escapadas o liberadas.
Si ya no puedes cuidarla, entrégala a un aviario, refugio o a otro cuidador responsable.
2. Control de reproducción en cautiverio
Separar sexos o aplicar control reproductivo (retirar nidos, controlar puesta).
No fomentar la cría indiscriminada, ya que aumenta el riesgo de escapes.
3. Evitar alimentarlas en parques y ciudades
Alimentarlas artificialmente incrementa bandadas grandes y descontroladas.
Esto favorece su asentamiento en colonias urbanas y la competencia con especies nativas.
4. Revisar normativas locales
En varios estados de México y en países europeos está prohibida su venta o liberación.
Cumplir con la ley evita sanciones y protege la biodiversidad local.
5. Promover la tenencia responsable
Si tienes una cotorra argentina como mascota:
Mantén jaula segura para prevenir escapes.
Bríndale enriquecimiento y alimento adecuado para evitar abandonos.
Educa a otros sobre los riesgos de liberarlas.
📌 Conclusión:
La cotorra argentina es una especie carismática e inteligente, pero también puede convertirse en una plaga peligrosa para la agricultura y el ecosistema si se libera o reproduce sin control. La clave es la tenencia responsable y la prevención de escapes.