27/12/2017
Una reflexión sencilla pero llena de sentido común y que refleja lo lejos que estamos de hacer las cosas medianamente bien hechas, ya no para conseguir logros deportivos, si no para entender de qué modo estamos trabajando.
“Personalmente siempre antepongo el ritmo y la descontracción a la búsqueda de un movimiento que no sea el natural del caballo. Es decir, antes de perseguir o buscar una mecánica con trancos espectaculares, pero artificiales porque el caballo no los ofrece en su movimiento natural, hay que insistir que es mas importante, que el dorso este descontraído y que el caballo se auto-sostenga en un tempo base. En el deporte o mejor dicho, en la comercialización de caballos, podemos observar una y otra vez, que clientes amateur se emocionan ante caballos que se mueven espectacularmente. Pero finalmente a la hora de la verdad no sirven estos movimientos espectaculares, si el caballo no ha aprendido a soltar su musculatura en la línea superior y mantener desde su cuello hacía la boca un contacto correcto y suave pasando por el dorso hacía delante. Esto es lo primero que nos tenemos que asegurar en el trabajo diario: Un trote normal con el ritmo correcto, la descontracción y un contacto bueno. Cuando estos tres puntos se cumplen, entonces se puede comenzar a ganar calidad de movimiento, garantizando la persistencia de la “escala de formación” en todo momento, ritmo, descontracción, contacto. A menudo podemos observar, sobre todo en pruebas de caballos jóvenes, como incluso jinetes profesionales, se esfuerzan por “sacar” más movimiento de los caballos, del que su dorso puede aguantar, sostener, o dejar pasar ,sin que se bloquee. Quien así actúa, está destruyendo la musculatura de la línea superior.” Jan Nivelle.