
03/08/2025
Os compartimos un nuevo artículo de CCRL publicado hoy en La Opinión de Zamora, escrito por Miguel Lirio Díaz.
“El Alba" (Villalazán): la ciudad romana que emergió junto al Duero
Jesús Liz Guiral (1957-2015), catedrático de Arqueología de la Universidad de Salamanca, in memoriam.
A orillas del río Duero, entre Zamora y Toro, se encuentra el yacimiento arqueológico conocido como "El Alba", dentro del término municipal de Villalazán. Situado en una meseta que domina el paisaje desde una altura de veinte metros, este enclave destaca por su notable concentración de restos romanos que abarcan desde finales de la República hasta la época tardoimperial.
Con una extensión de unas 50 hectáreas, “El Alba” ha sido relacionado con antiguas ciudades mencionadas en la literatura clásica, como Ocelo Durii o Albocela. Aunque la identificación definitiva no está confirmada, los indicios arqueológicos termales y epigráficos de gran calidad refuerzan la importancia de este asentamiento en la red territorial romana.
El yacimiento es conocido desde la Edad Moderna, pero es con las concentraciones parcelarias y la construcción del canal de San José en la dictadura franquista por las apariciones de tégulas y materiales cerámicos en superficie cuando se delimita con mayor precisión. Es durante unas excavaciones de urgencia dirigidas por González Serrano en 1987, cuando salen a la luz los restos de un edificio que se ha interpretado como un complejo termal romano. Las estancias, organizadas de forma lineal, incluyen vestuarios, salas de agua fría y caliente, letrinas y una posible fuente. Estas instalaciones reflejan un modelo frecuente en zonas de provincias, y corresponden al periodo de mayor actividad de la ciudad (s. II d.C.).
Más allá de lo excavado, los estudios de fotografía aérea y prospecciones practicadas por Ariño, Didierjean, Liz y Sillières ya en el s. XXI han revelado estructuras no visibles de forma superficial. Destaca un gran recinto rectangular, típico de un campamento militar romano, con suficiente entidad como para albergar una legión. Sin embargo, las campañas arqueológicas no han hallado restos materiales de envergadura, lo que hace pensar que pudo tratarse de un proyecto inacabado o de escasa duración.
Entre los hallazgos más significativos figuran varias inscripciones latinas. Un miliario dedicado al emperador Constantino (306–307 d.C.) confirma que el lugar formaba parte de una calzada romana oficial. Otra lápida menciona la tribu Quirina, habitual en ciudadanos de municipios que obtuvieron ese estatus tras el edicto de Vespasiano. Este dato sugiere que “El Alba” alcanzó la categoría de municipium, lo que implicaría la existencia de instituciones locales y edificios públicos típicos de una ciudad romana: foro, templos, archivo y curia, aún no localizados, y por tanto no confirmada dicha teoría.
El entorno del yacimiento también conserva huellas de ocupación anterior y posterior al periodo romano. Al oeste se identifican restos de un poblado de la Edad del Hierro (paraje de Valcuevo) hoy ocupado por una gravera, y hacia el este se han localizado evidencias de un asentamiento y necrópolis medieval (paraje de Valdejimena). Todo ello refuerza la idea de una ocupación continua del lugar a lo largo de los siglos, motivada por su posición estratégica junto al río y en la ruta que conectaba con Caesaraugusta.
Este yacimiento encierra un potencial que va mucho más allá del interés académico. Convertido en parque arqueológico, este enclave podría transformarse en un atractivo cultural y turístico de primer nivel. La instalación de rutas señalizadas, visitas guiadas y un centro de interpretación acorde permitiría acercar al público la historia de una ciudad que floreció a orillas del Duero. Además de preservar y divulgar el legado romano, su recuperación dinamizaría la economía local, generando empleo y atrayendo turismo de forma ordenada, recordemos que hoy se encuentra cerrado. Integrado en una red de yacimientos romanos de la provincia de Zamora, “El Alba” podría consolidarse como un referente patrimonial del noroeste peninsular, junto a otros que ya son visitables, como la villa de Camarzana de Tera o los campamentos de Petavonium en Rosinos de Vidriales y Santibáñez de Vidriales.
A orillas del Duero, bajo capas de tierra y tiempo, duerme una ciudad romana que espera volver a contar su historia.
Se puede ampliar información en la edición electrónica de VV.AA., Yacimientos romanos en la provincia de Zamora, Zamora, 2012.https://www.jcyl.es/jcyl/patrimoniocultural/GuiaLugaresArqueologicos/pdf/guia_yac_romanos2r.pdf
Autor: Miguel Lirio Díaz