10/10/2023
Tan proclives a promulgar leyes en favor de los animales, que por si alguien duda a tenor de lo que voy a exponer , me gustan muchísimo y los cuido con todo mi ser, debería corregirse de algún modo este tipo de actitudes antihigiénicas, antiestéticas y totalmente carentes de civismo en las calles y lugares públicos de pueblos y ciudades.
Todos los días me encuentro en la acera del escaparate donde trabajo, micciones de perros que sus dueños dejan que lo hagan sin pudor alguno. Y al igual que en mi establecimiento, en el de los demás comercios vecinos de mi calle y del pueblo, a los pies de farolas que están ya corroídas y ceras renegridas , en medio de calzadas peatonales, en jardines y parques...
Y día si y día también, es frecuente que los comerciantes y gente particular limpien con lejía, amoniaco, vinagre de manzana y cuantos productos nos vamos aconsejando unos a otros, para devolver al menos un poco de decencia a las aceras y lugares públicos que los vecinos tienen a la puerta de sus casas.
Bienestar y conciencia animal, por supuesto, pero mucho más conciencia civica porque tener un animal a tu cargo es una responsabilidad elegida que debes ejercer tanto de puertas para dentro como de puertas y calles afuera.
No tenemos porqué soportar ni las cacas ni los orines de perros cuyos dueños quieren mucho a los animales pero parece importarles muy poco o nada sus vecinos.
Y si es necesario multar , pues señores, quizá la manera de aprender lo que por sentido común debiéramos saber, sea sacudiendo el bolsillo. No pretendo molestar a nadie pero tampoco es justo ver, pisar y limpiar lo que la nula conciencia ensucia.
